Es el primer
encuentro de la punta del lápiz o cualquier otro material con el papel, la madera, el metal, etc.
El punto es un marcador de espacio, es la marca más pequeña dejada sobre una
superficie por un instrumento, lápiz, pincel, pluma, etc.
El punto puede ser:
a) como
mancha,
b) como elemento
de configuración y
c) como elemento
abstracto.
El punto es la base
de toda composición plástica, donde el artista hace uso consciente de él
durante su trabajo artístico.
Es el elemento de expresión plástica más elemental y pequeño.
Estamos habituados a considerarlo redondo pero en
realidad puede adoptar formas muy variadas: triangular, cuadrado, ovalado,
gota, estrellado, irregular; relleno de color o vacío.
El punto puede tener tamaños muy variados pero si
sobrepasa cierto tamaño pasa a considerarse plano.
Los puntos se pueden situar muy cerca,
concentración, o disponerse alejados, dispersión, de esta manera podemos
producir sensación visual de volumen.
Tiene un gran
poder de atracción visual, creando tensión sin dirección.
Cuando
se sitúan próximos dos puntos pueden producir sensaciones de tensión o de
dirección, creando en la mente del espectador una línea recta imaginaria que
los une.
Si se
sitúan diferentes puntos en prolongación sugieren una dirección, un camino, más
acentuada cuanto más próximos estén los puntos entre sí.
A
EL PUNTO EN EL ARTE
A lo largo de
la historia muchos artistas y estilos de pintura han usado
el punto como la base para expresar las formas que los han
caracterizado. Desde el uso del mosaico hace más de 2000 años
hasta los cuadros tipo cómic de Roy Lichtenstein en la segunda mitad
del siglo XX, pasando por el estilo puntillista de Seurat.
Citamos algunos ejemplos
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